jueves, 23 de agosto de 2007

Las playas de Raylay

Tras los dias pasados en las Ko Phi Phi, cogimos el barco que nos llevo a Raylay, un cabo cerca de Krabi al que se accede con unas barcas llamadas Long Tail Boats, y que dado el mal tiempo que hacia se bamboleaban energicamente pareciendose mas a una atraccion de port Aventura que a un medio de transporte. Como el efecto de la biodramina del barco anterior seguia surgiendo efecto el viajecito para mi no fue tan chungo como para los israelis que habian en las primeras filas del barco (y que se quedaron alli como unos chulitos cuando el dueno de la embarcacion les dijo que se fueran hacia atras) que se mojaron hasta la medula.

Raylay es descrita en las guias como un lugar hippie, a lo cual nosotros nos preguntamos: que sera un ambiente hippie en las guias de viaje? pq lugar mas caro y pijoteras que ese no existe en Tailandia. Si a hippie se refieren a que hay gente que escala y lleva rastas, la verdad es que se aleja bastante de la realidad. El cabo esta invadido de resorts bastante bien disimulados entre la vegetacion y en forma de cabanitas, pero son pijos pijos. Un plato vale el triple que en cualquier lugar de Tailandia llegando en algun caso a precios europeos.


Paseando por Raylay


Mama mono con monito



Amor a primera vista

El dia de nuestra llegada teniamos que encontrarnos con Alex, Oscar y Mab, pero debido a la mala mar se marcharon antes. Asi que por la tarde noche nosotros nos paseabamos por un Raylay en calma despues de la gran tormenta.


Templo de la fertlidad, fijaos bien en las ofrendas...



El karst de la playa

La famosa playa de la Princesa

Al dia siguiente fuimos a la Playa Princesa que en verdad es muy bonita pero nos cansamos rapido y decidimos regresar a Krabi a la 1 de la tarde. La vuelta fue toda una odisea pero al fin llegamos dispuestos a liberarnos de tanta pijeria y descansar en el Guest House Cha, en el que ya dormimos y nos sentiamos muy agusto.

La cena fue una autentica aventura pq paramos en un lugar casi exclusivo de los Tais, por lo que la carta no estaba en ingles y para entendernos nos costo un gran esfuerzo a las dos partes. La cena tenia una pinta deliciosa y el lugar era precioso, pero a la primera cucharada.... Dios! picaba tantisimo que sudabamos la gota gorda. Asi que con la cena sin casi tocar y disculpandonos mucho nos fuimos a otro garito a cenar unas gambitas y unas almejas, el Xavi, y yo un poco de mango pq despues de intentar el picante no me cabia nada en el estomago.



La segunda cena del dia como buenos hobbits

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